Muchas de las antiguas enseñanzas de las escuelas inicáticas fueron refutadas por el positivismo francés y sus adeptos. Calificadas como supersticiones, supercherías y charlatanería, cuestiones como el poder psíquico, el alma, la alquimia, la astrología, entre muchísimas otras, se convirtieron en "herejías científicas". Todo lo que no era medible, cuantificable y demostrable no se consideraba conocimiento verdadero, y estas enseñanzas, al no poderse demostrar, medir ni cuantificar, fueron rápidamente arrojadas a la basura; muchas de ellas, a pesar de haberse demostrado mediante experimentos frente a cientos de expectadores.
Sin embargo, algunos siglos después, los científicos descubrieron el hilo negro: por la física cuántica se dieron cuenta de que los pensamientos son energía, al igual que toda la materia, y que por medio de la energía de los pensamientos tenemos el potencial de alterar nuestro medio y a nosotros mismos. Lo que antiguamente tenía el nombre de magia, que era algo invisible que servía para modificar el ambiente, hoy lo llaman energía. Lo que antiguamente se denominaba como conjuro o hechizo (que también funciona con la oración), no es más que el poder de la energía de la concentración en un estado mental elevado. Este mismo descubrimiento acredita disciplinas como la meditación, el yoga, la acupuntura, el reiki, la homeopatía, entre otras varias.
Otro "descubrimiento" es el de la influencia de los astros, pero que niegan a reconocer como astrología. La revista Quo en una de sus ediciones recientes tenía en portada un artículo que decía "Como el Sol influye en tu vida, y no es astrología", en él, mencionaban que conforme las personas nacen en el año, la posición del sol influye directamente en algunas deficiencias y posibles enfermedades, así como en cuestiones de personalidad. Con todo respeto para el escritor del artículo y el editor de Quo, esos son tan sólo algunos aspectos de lo que la astrología contempla en sus saberes, por lo tanto, aunque deseen sentirse muy científicos al no llamar a esto astrología, sin duda alguna eso es.
La astrología por supuesto que tiene su base científica. Muy recientemente se ha descubierto que el sol, la luna y los planetas son fuentes de energía, ejercen gravedad y transmiten ondas electromagnéticas entre sí. Cada uno posee cierta polaridad y transmite a determinada frecuencia sus ondas. El cerebro humano funciona por medio de impulsos electromagnéticos y actúa como un receptor de la influencia externa de los astros más cercanos al momento de salir del vientre materno al nacer.
Tan sólo hay que observar a la luna y sus efectos sobre la masa oceánica, a la que hace subir de nivel por medio de la gravedad que ejerce. Si la luna puede hacer esto con el agua del óceano, que es una enorme masa, ¿qué no hará con los seres vivos que estamos conformados por agua? La respuesta es que altera los estados psíquicos, esto lo vemos en los seres humanos, ya que cuando hay luna llena es cuando se registran más accidentes, crímenes, nacimientos y personas teniendo relaciones sexuales.
Lo anterior son sólo un par de ejemplos, abordados de manera bastante superflua, ya que no es misión de este escrito el dar razones científicas de hechos poco conocidos, sino el demostrar que los conocimientos están ahí, desde hace miles de años, y no importa cuanto se esfuercen en negarlos y tratar de desprestigiarlos, ahí sguirán, como parte de una verdad ya conocida.
No existe nada en este mundo que sea sobrenatural, que se encuentre por encima de las leyes naturales, sólo que no tenemos suficiente ciencia para descubrir las causas de muchas cosas, para responder preguntas: cómo, por qué. La ciencia se ha cerrado para muchas cosas por la gente que la hace, los cientificos reniegan, siendo que es su trabajo dudar, abrirse a las posibilidades, ya que éstas son infinitas. Actualmente, la ciencia ha redescuierto muchas cosas que nuestros ancestros ya sabían. Nuestros modernos científicos descubren el hilo negro.
Sin embargo, algunos siglos después, los científicos descubrieron el hilo negro: por la física cuántica se dieron cuenta de que los pensamientos son energía, al igual que toda la materia, y que por medio de la energía de los pensamientos tenemos el potencial de alterar nuestro medio y a nosotros mismos. Lo que antiguamente tenía el nombre de magia, que era algo invisible que servía para modificar el ambiente, hoy lo llaman energía. Lo que antiguamente se denominaba como conjuro o hechizo (que también funciona con la oración), no es más que el poder de la energía de la concentración en un estado mental elevado. Este mismo descubrimiento acredita disciplinas como la meditación, el yoga, la acupuntura, el reiki, la homeopatía, entre otras varias.
Otro "descubrimiento" es el de la influencia de los astros, pero que niegan a reconocer como astrología. La revista Quo en una de sus ediciones recientes tenía en portada un artículo que decía "Como el Sol influye en tu vida, y no es astrología", en él, mencionaban que conforme las personas nacen en el año, la posición del sol influye directamente en algunas deficiencias y posibles enfermedades, así como en cuestiones de personalidad. Con todo respeto para el escritor del artículo y el editor de Quo, esos son tan sólo algunos aspectos de lo que la astrología contempla en sus saberes, por lo tanto, aunque deseen sentirse muy científicos al no llamar a esto astrología, sin duda alguna eso es.
La astrología por supuesto que tiene su base científica. Muy recientemente se ha descubierto que el sol, la luna y los planetas son fuentes de energía, ejercen gravedad y transmiten ondas electromagnéticas entre sí. Cada uno posee cierta polaridad y transmite a determinada frecuencia sus ondas. El cerebro humano funciona por medio de impulsos electromagnéticos y actúa como un receptor de la influencia externa de los astros más cercanos al momento de salir del vientre materno al nacer.
Tan sólo hay que observar a la luna y sus efectos sobre la masa oceánica, a la que hace subir de nivel por medio de la gravedad que ejerce. Si la luna puede hacer esto con el agua del óceano, que es una enorme masa, ¿qué no hará con los seres vivos que estamos conformados por agua? La respuesta es que altera los estados psíquicos, esto lo vemos en los seres humanos, ya que cuando hay luna llena es cuando se registran más accidentes, crímenes, nacimientos y personas teniendo relaciones sexuales.
Lo anterior son sólo un par de ejemplos, abordados de manera bastante superflua, ya que no es misión de este escrito el dar razones científicas de hechos poco conocidos, sino el demostrar que los conocimientos están ahí, desde hace miles de años, y no importa cuanto se esfuercen en negarlos y tratar de desprestigiarlos, ahí sguirán, como parte de una verdad ya conocida.
No existe nada en este mundo que sea sobrenatural, que se encuentre por encima de las leyes naturales, sólo que no tenemos suficiente ciencia para descubrir las causas de muchas cosas, para responder preguntas: cómo, por qué. La ciencia se ha cerrado para muchas cosas por la gente que la hace, los cientificos reniegan, siendo que es su trabajo dudar, abrirse a las posibilidades, ya que éstas son infinitas. Actualmente, la ciencia ha redescuierto muchas cosas que nuestros ancestros ya sabían. Nuestros modernos científicos descubren el hilo negro.