martes, 7 de abril de 2009

La religión-filosofía mesoamericana y la transposición del catolicismo hispano

Muchísimo antes de la conquista española, los pueblos mesoamericanos poseían ya una gran civilización y sobre todo, una cultura muy avanzada y completa, a pesar de la discriminación de los invasores hispanos, que contemplaba entre otras cosas la astronomía, las matemáticas, la pintura, la danza, la poesía, la filosofía y la religión.

Dentro de toda su vida y su sociedad, la religión constituía el factor preponderante, y es que ésta no sólo era un sistema de creencias, dogmas y ritos que servían para un pueblo “supersticioso” e “ignorante”; sino que muy por el contrario, ésta se veía homónima de las ciencias y las artes, y era por sí misma una filosofía de vida que comprendía toda la cosmovisión de los prehispánicos.

Los antiguos mesoamericanos eran pueblos muy avanzados, en las ciencias, las artes y la filosofía. Y no eran en manera alguna un grupo de “ignorantes” y “supersticiosos”. Sí es verdad que eran muy religiosos, no era por que no supieran que los fenómenos naturales tenían una razón natural de suceder o cuestiones parecidas, sino que para ellos la divinidad se encontraba en todas partes, todo era un regalo divino.

Su religión era muy completa, ya que su Dios Supremo, Ometeotl “Nuestro Padre, Nuestra Madre, Antigua Deidad” trascendía el límite de la masculinidad y la feminidad, a diferencia del Dios Padre de la cristiandad, y por ello, su visión en cuanto a la mujer y otras cuestiones no se veía discriminada.

En su religión la potencia femenina era muy importante, y hacía un balance con su opuesto masculino. Estas divinidades representaban valores maternales. Por ejemplo Tonantzin, la virgen Madre, era consoladora, compasiva y bondadosa. Pero no por esos valores las diosas eran débiles. Coatlicue, madre de Huitzilopochli, era una diosa vengativa, devoradora, feroz y cruel, con el poder entero de la Tierra.

El balance en su filosofía era muy importante como se puede ver, la feminidad no tenía nada que ver con el ser débil o sumisa, sino por el contrario, eran figuras de gran poder y asumían el papel de guerreras en ocasiones.

Pero a pesar de su maternidad y su feminidad guerrera, en su cultura existían grandes dioses padres, guerreros, viriles. Esta figura era muy ambivalente, y al igual que en otras religiones (como la griega o la cristiana) podía ser el padre creador, conciliador y redentor de igual manera que el juez imparcial, castigador, destructor e iracundo.

Esto se presenta en la figura de Tezcatlipoca, que en algunos pueblos se distinguía por ser la suprema deidad, y que de día era una figura bonachona, el sacerdote blanco, capaz de dar obsequios y buena fortuna, un dador de vida y un padre amoroso; que de noche se transformaba en un sanguinario guerrero, el nagual negro, una figura de obscuridad y muerte, temible para cualquiera.

Sin embargo, estas figuras de divinidad guerrera, se perdieron después de la conquista, en la que los altares se derribaron, los templos se demolieron y prácticamente se “castró” (o eso creían los españoles) a la sociedad mesoamericana. En su lugar se instauró una religión en que se exaltaba la sumisión y el sacrificio y se suprimía por completo su virilidad guerrera.

Aunque la respetable opinión de Paz describe a los mexicanos como “castrados”, “derrotados” y “conquistados” me parece que los mesoamericanos nunca dejaron completamente sus antiguas creencias y que más que suplantarlas las disfrazaron.

En un primer instante los indígenas no tuvieron muchos problemas en aceptar la religión católica, no tanto como pudieron haberlo hecho o como se plantea, ya que ellos tenían muchas concepciones similares a lo propuesto por la religión de occidente.

La figura del Cristo, por ejemplo, el hijo de una virgen nacido gracias al poder divino, salvador y redentor, era un arquetipo muchísimo anterior a la llegada de los españoles. Vivía en dos tradiciones diferentes: en la azteca, (que es la más conocida) en que Huitzilopochtli nace de Coatlicue, y en la tolteca, en que Quetlalcóatl nace de Chimalma.

En ambas tradiciones, estos dioses están relacionados con el Sol, el astro Rey, que era el centro común de todas las religiones antiguas, al que consideraban como la máxima manifestación del poder divino . Aunque existen diferencias substanciales entre el dios azteca y el tolteca.

Huitzilopochtli es una deidad guerrera, al nacer de la virgen Coatlicue sale luciendo su armadura y su penacho de guerra, y con sus armas mata a Colyoxauqui (la luna) y a sus demás hermanos (las estrellas). Su culto se alimentaba de sangre, elíxir que lo mantenía con vida, y de guerra.

Por otro lado, tenemos a Quetzalcóatl (que fue tanto hombre como dios), nacido de la virgen Chimalma (encarnación de la Luna) y del dios Mixcoac (encarnación del Sol). Quetzalcóatl es un dios de por sí y se encarna después de salvar al universo y dar otra oportunidad a la humanidad.

Este dios, es demasiado similar al Cristo del catolicismo, y no sólo por el hecho de ser concebido por una virgen, sino por todo el mito que gira en torno a sus figuras. Quetzalcóatl se sacrifica en el fuego de Teotihuacán para crear el Quinto Sol, a disgusto de sus demás hermanos.

Posteriormente descendería al infierno (como hace Cristo en el antiguo dogma católico) para robar huesos con que crearía a la nueva humanidad. Sin embargo lo más significativo es que para crearla, es su sangre lo que finalmente da vida, del mismo modo en que se expresan los evangelios, la sangre divina alimenta a los hombres. Es por ello que se sacrificaban los toltecas:“Del mismo modo que tú, Padre, te has sacrificado por nosotros”.

Y las similitudes no terminan ahí. Quetzalcóatl se encarna para enseñar a la humanidad. Cuando niño, resulta ser un prodigio y es enviado al templo para ser instruido. Al crecer, resulta un sabio penitente que hace milagros. Muere y resucita (aunque dos veces) para finalmente ascender al décimo tercer cielo, donde se une a Ometeotl, el infinito.

La religión católica vino para someter a los pueblos mesoamericanos, sin embargo, lo que realmente hizo fue ser la piel de un culto que se llevaba en el alma. Cuestión completamente visible en la imagen de la Virgen de Guadalupe, una superposición cristianizada de Tonantzin, la deidad mesoamericana del Tepeyac.

Otro ejemplo muy claro fue el nada aceptado (por la Iglesia católica) culto a la “Santa Muerte”, que claramente resulta un intento de cristianizar al dios Mictlantecuhtli, divinidad de la muerte y rey del inframundo. Y digo intento, porque no fue algo teológica ni filosóficamente correctamente planteado.

Sea como sea, lo importante es resaltar los puntos comunes y la manera en que los mesoamericanos disfrazaron a sus dioses. Cuestión muy trascendente, si tomamos en cuenta que la religión prehispánica es de comunión con la naturaleza y con uno mismo; en tanto que el catolicismo es la religión del “perdón”, del ”pecado”, en que Dios y mundo son cosas separadas y el humano está por encima de la creación.

La amalgama creada a partir de la conquista ciertamente despojó muchos elementos importantes de la cultura de nuestros antepasados mesoamericanos. Pero nuestro catolicismo no permaneció “puro”, todavía quedan rastros de nuestras pasadas creencias, de dioses que no murieron, y viven como caras ocultas, bajo la máscara del Padre, Hijo y Espíritu Santo.

15 comentarios:

  1. Mis respetos!

    Me encantó tu texto, tu perfil...

    Great!

    Sigue así, este blog es genial

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  2. 20 años...

    Wao, me he enamorado...

    xD espero no sea indiscreción, pero tienes messenger? Me gustaría hablar algún día =P

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  3. P.S. No te espantes, era broma...

    pero pásame tu msn :P

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  4. Gracias por tus comentarios, me halagan jeje. Mi mail es luz_obscura@hotmail.com Espero que sigas leyendo mi blog, cuidate, estamos en contacto.

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  5. te clavas un buen

    jajajaja

    buen blog

    me fue de utilidad

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  6. ps yo creo que estas muy equivocado ii te digo.... si no tenes idea de lo ke estas hablado hacenos un favor ii mejor kedate callado...

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  7. Muy por el contrario mi amigo, me he documentado bien y tengo sustento de los temas que trato en mi blog. Te invito a que adquieras un libro de mitología y filosofía mesoamericana e historia de México y lo corrobores por tí mismo. Si no te parece lo que expongo te invito a que me argumentes con bases y podemos tener una amena discusión por este medio (tomo discusión como intercambio racional de ideas y no pleito). Cuídate y que el Gran Espíritu te ilumine

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  8. Los caminos del Señor son misteriosos, a veces sinuosos y empinados, pero no hay nada que no podamos superar. La ignorancia es el peor de nuestros enemigos, pero como decía el célebre nazareno "La Verdad os hará libres"...

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  9. Alguien alguna vez14 de junio de 2010, 16:13

    Aahh!! Y como quee es muchoo chooro...

    Lo unicoo quee queriia sabeer eraa como era el pensamiento filosofico en la cultura mesoamericana...

    Pero buenoo D:

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  10. Gracias por la crítica, espero que te haya sido de utilidad. Saludos

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  11. o0la grax me sirvio muxxx0 eh espero poder entrar mas seguido y conocerte

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  12. QUE PADRE TEXTO FELICIDADES
    ERES GENIALLLLLLLL!!!!!

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  13. Los pueblos mesoamericanos compartían un sistema religioso que podríamos llamar "común". En este sistema estaban las grandes divinidades Quetzalcóatl, Tezcatlipoca, Tláloc, Xiuhtecuhtli, entre muchos que compartían. Aunque cada ciudad-Estado poseía un sistema religioso independiente, de manera similar a como sucedía en Grecia. De esta manera, Tula estaba regida por Quetzalcóatl mientras que Tenochtitlan estaba subordinada a Huitzilopochtli, por ejemplo. Su religión era my mística, con gran conexión con la naturaleza y era una filosofía muy compleja. Espero que la respuesta haya sido útil

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