La espiritualidad es la esencia del hombre. Él mismo ha intentado manifestar dicho potencial en símbolos y fórmulas que hoy parecen fantasías, pero que poseen una verdad oculta trás la apariencia de Dioses, demonios y héroes.
martes, 7 de abril de 2009
Caminando a la Liberación
Como ya se ha expuesto con anterioridad, la Divinidad Suprema es una misma y cada religión manifiesta una parte de la misma Verdad. Solamente hay Uno. Y claro que muchos se preguntarán que sucede con las religiones antiguas que tienen manifestados varios Dioses y Diosas.
La cuestión es simple aunque un poco difícil de comprender para algunos. Para empezar debemos recordar que la religión es una creación humana, quieran o no, la religión es algo creado para “religar” al ser humano y a la Divinidad. El doctor Deepak Chopra, renombrado psiquiatra, en su libro “Conocer a Dios”, expone que Dios no cambia, pero el ser humano si.
Nuestra percepción es influenciada por nuestros deseos, discriminaciones y prejuicios, y nuestra percepción construye nuestra realidad. Lo mismo sucede con Dios. Los seres humanos han ampliado su comprensión en todos los milenios que llevamos en la tierra, de la misma manera la visión de Dios ha cambiado.
Dios ha ido evolucionando de la misma manera que los seres humanos en nuestra percepción. Muchos ateos dirán que cada vez se cambia la forma de ver a Dios, su carácter y forma, pero es algo que sucede hasta con la ciencia, en donde cambian y se reformulan nuevas teorías, se desechan otras y así, para llegar cada vez más cerca de la verdad.
Las religiones usualmente se parten en politeístas y monoteístas, aunque sería algo inexacto expresarlo de esta manera. La razón de ello es que las religiones monoteístas expresan la idea de una única Divinidad, pero usualmente esta divinidad se encuentra rodeada o servida por deidades menores que le sirven y usualmente son sus súbditos e hijos. Ejemplos de ello son los ángeles, los daevas, los asuras, sephirots.
La pregunta sería: ¿entonces hay más deidades? Si y no. En el politeísmo esta claro que hay muchos dioses, sin embargo siempre, en todas las religiones supuestamente politeístas, hay un Dios o Diosa que es el mayor, el supremo, el monarca al que todos sirven.
Si comparamos estas dos posturas, obtendremos que viene a ser en el fondo, lo mismo. Además cabe destacar que en culturas como la azteca, tolteca, hindú, egipcia y china; todos los dioses y diosas son manifestaciones del Único Supremo, facetas o caras de la misma Divinidad.
Muchos se ríen de que en la antigüedad nuestros ancestros hayan adorado a las fuerzas naturales, aludiendo a que no sabían que producía el fenómeno, y la cosa no va por ahí. En la antigüedad tenían más consciencia de que todo fenómeno y todas las cosas eran manifestaciones Divinas. Por eso en varias religiones se inculco un politeísmo porque era más sencillo que la gente entendiera que había Divinidad por todos lados en forma de variadas Deidades. En el monoteísmo se intentó inculcar lo mismo pero haciendo alusión a un solo Dios. Ambas posturas buscando lo mismo de diferentes maneras.
Ahora bien, si ponemos atención, nos daremos cuenta de que casi todas las religiones manejan Trinidades. La Trinidad cristiana Padre, Espíritu Santo e Hijo, manifiesta las tres partes constitutivas del universo y del hombre: Espíritu, Mente y Cuerpo físico, respectivamente. En la Trinidad de la India se encuentra Brahma, Vishnú y Shiva, representando también el eterno ciclo: Creación, Avance y Transformación.
Los griegos por otro lado tenían en su Trinidad a Zeus, Poseidón y Hades, simbolizando el cielo, el mar y la tierra. De igual manera esta la mesoamericana Quetzalcoatl, Tláloc y Tecatlipoca; la egipcia Osiris, Isis, Horus; la celta Dagda, Lugh y Ogmios; la nórdica: Odín, Thor y Balder; la china Tao, Yin y Yang; la persa Ahura-Mazda, Zurvan, Ahrimán y muchas otras. Todas manifestando lo mismo.
Cada una de ellas tuvo a un Gran Maestro que pudo entender esto y lo explicó e hizo muchas proezas demostrándolo. Sin embargo lo importante es darse cuenta de ello. En realidad las religiones son como piezas de un rompecabezas llamado Dios. Claro que cada religión dice “tenerlo” cuando en realidad deberían poner las piezas sobre la mesa y hacer que embonen para tener una mejor perspectiva y comprensión.
Es por eso que yo me digo seguidor y no de cada una de las religiones, porque todas tienen una parte de Verdad, y porque no se encuentran en conflicto sino que se complementan. Gracias a los que se toman el tiempo de leer mis pequeños artículos, espero que sean de su agrado y que les sirvan para comprender un poco más del mundo que los rodea y del suyo interno.
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